Son como raíces artificiales de titanio que se implantan en el hueso mandibular o maxilar, lo que crea una base sólida para colocar las prótesis dentales. Los implantes son el mejor sustituto para los dientes naturales perdidos o deteriorados, permiten una recuperación y/o mejora totales tanto de la estética como de la funcionalidad.
Tipos de implantes:
- Implante dental endoóseo: Se pone directamente en el hueso alveolar. Es una especie de raíz artificial que se inserta en el hueso por medio de una cirugía. Lucen como pequeños tornillos cónicos o cilíndricos. Este tipo de implante dental puede sostener uno o más dientes artificiales en su lugar. Es apropiado para rehabilitaciones fijas tipo coronas o puentes.
- Implante subperióstico. Es un ejemplo de implante en una sola etapa. Es ideal para aquellos pacientes que no tienen la altura ósea suficiente para poner implantes intraóseos. Su integración implica un proceso más simple, pero al igual que el endoóseo, necesita una cirugía inicial y un tiempo de integración del implante al hueso.
- Implante Cigomático: son una clase de implantes dentales que se colocan directamente en el hueso cigomático o malar, de ahí el nombre con el que se conocen. Estos implantes se colocan en pacientes con muy poco maxilar superior. Su objetivo es lograr un anclaje adecuado para las prótesis, que pueden ser implanto-soportadas o híbridas, y que además se adapten perfectamente. Una prótesis implanto-soportada es la que se sostiene tanto en la encía como en implantes. Con los implantes cigomáticos se pretenden evitar tratamientos más largos, de cicatrización más lenta y menos predecibles, como los que se hacían antiguamente